El Studium Sapientiae es una institución de educación comunitaria online, fundada en la filosofía perenne y dedicada a fomentar en sus miembros hábitos de vida intelectual con la ayuda del entorno digital, elemento integral de nuestra vida actual.

El Studium tiene un funcionamiento sencillo e intuitivo. Operamos mediante el uso de herramientas implementadas en una aplicación web en www.StudiumSapientiae.org y con herramientas complementarias de Google Workspace. A través de estas aplicaciones los miembros pueden incorporar las ideas desarrolladas y propuestas por otros en conferencias, hilos de conversación, chats grupales, sesiones de videoconferencia y más. Hay sesiones programadas para la participación en vivo, pero tanto la preparación, el estudio como la investigación adicional se pueden hacer en un horario personal, adaptándose a las propias ocupaciones según el lugar donde se encuentren y, al mismo tiempo, permitiendo el crecimiento y la interacción en comunidad.

La adaptación técnica puede tomar su esfuerzo, pero una pequeña dedicación de tiempo a navegar por las aplicaciones, permitirá convertir rápidamente las herramientas en parte integral de la propia vida digital.

El Espíritu de Comunidad. Mientras que la inmensa mayoría de propuestas educativas en línea (cursos, programas e instituciones) se centran en el contenido, nosotros nos centramos en el desarrollo del pensamiento a través de la actividad social y comunitaria, esto es, la conversación. Para lograr esto, la parte principal de nuestros programas se desarrolla con la participación activa de los miembros, o sea, con aulas en vivo donde los alumnos deben tener la cámara y el micrófono siempre encendidos, lo cual exige no sólo una atención más productiva, sino también la adaptación del propio lugar de estudio en un ambiente apto para el silencio y la reflexión, ingredientes fundamentales de una verdadera vida de estudios.

Contamos con una «biblioteca» de contenido en constante crecimiento (conferencias, recursos textuales y otros), que es auxiliar para el aprendizaje real, que se realiza en las relaciones personales de nuestro entorno digital.

No. Podríamos indicar numerosas razones para no buscar una acreditación oficial, o más bien, para relegarla al último termino, sin embargo, indicamos la principal: en el mundo actual cada vez se valoriza más a quien conoce de verdad por sobre quien posee títulos. Existe gran disponibilidad de cursos y programas que ofrecen acreditación oficial, sin embargo, muy pocos –o casi ninguno– ofrece la posibilidad de un ejercicio eficaz de las facultades intelectuales. Y en muchas circunstancias los títulos instituciones no significan que la persona tenga un conocimiento y capacidades reales. Un alumno nuestro podría perfectamente adquirir un título oficial y luego desarrollar con nosotros las herramientas intelectuales que realmente le harán tener éxito.

Además: no tenemos un plan de estudios establecido, porque la fuente de la sabiduría es inagotable.

De todas maneras, hay instituciones amigas que pueden dar algún tipo de certificación o aval a nuestros estudiantes, pero esto depende completamente de esas instituciones y sus directivos.

Nuestra educación es rígida y flexible, pero no en el mismo sentido y al mismo tiempo. Nuestros seminarios irán desde cursos introductorios hasta aquellos de nivel de dificultad de posgrado. Nuestros cursos se reiteran con diversas opciones de dificultad.

Pero este rigor en la dificultad se combina con tanta flexibilidad en el tiempo como se puede tener. Combinamos tanto lo sincrónico como lo asincrónico. Además, no hay horarios que cumplir. Si el alumno tiene dificultades con un curso, puede volver a tomarlo todas las veces que lo necesite.

Tenemos una creciente lista de seminarios de Filosofía y Humanidades y otros cursos en preparación. También ofrecemos cursos de idiomas, con un enfoque especial en latín y planes para agregar griego, inglés y francés; cursos de Trivium: gramática, lógica y retórica; grupos de lectura ocasionales; y el estudio periódico pero creciente de la literatura y artes. También tendremos una serie de conferencias anuales y estamos planificando el desarrollo de un programa de Quaestiones Disputatae.

Algún escéptico podría pensar que el método no es diferente de un grupo de Facebook, donde los participantes sólo expresan sus opiniones y si discordan son expulsados. Esta desconfianza se da porque la mayor parte de nuestra experiencia de relaciones sociales en línea se ha visto socavada por una estructura tecnológica que, en lugar de fomentar las relaciones personales, nos empuja hacia la popularidad y la conformidad ideológica.

La naturaleza privada de nuestra comunidad y la conciencia de la búsqueda de la verdad en común evitarán la búsqueda de meras reacciones y “likes”; buscaremos, empero, las críticas y desafíos que vengan tanto de nosotros mismos como de los demás miembros, para mejorarnos a nosotros y nuestra comprensión del mundo.